miércoles, 19 de noviembre de 2014

Jonathan Campillo, el que piensa...


El pensador... no algo frío y rígido sin vida, como una estatua; sino la idea, la belleza intrínseca de ello y lo que transmite, eso es un pensador...
mi nombre es Jonathan Campillo, en la tarea de esta semana podemos ver la intencionalidad clara de profundizar en temas candentes relacionados con las redes sociales, como son la Identidad Digital o los hábitos saludables en las redes sociales. Debíamos centrarnos en el desarrollo de una dinámica que profundice en estos temas y actúe sobre la conciencia de los destinatarios de la misma.

La intención educativa es el despertar diferentes valores latentes y de los cuales a veces no hacemos uso, como el respeto, la empatía... valores muy poco vistos o solo intuidos en algunas ocasiones en las redes sociales. Hay una falta de comunicación en una era de comunicación, no se comunica con la fuerza suficiente la transmisión de ideas que faciliten y moderen de una manera autónoma la estancia en las diferentes redes sociales. Aunque existe un auge, una ola conciencia del buen uso o buena estancia, parece que no ha calado lo suficiente, parece que el ser humano espera que ocurran las cosas inevitables para ponerles una solución; también es verdad que en muchas ocasiones la humanidad no es consciente de un mal que le acecha hasta que se ha abalanzado sobre ella, no puedo señalar de culpable a nadie, es un tema personal de cada uno; solo expreso la situación desde un punto de vista crítico de como va la sociedad.
Vemos que existe un problema profundo, que quizás no ha sido mencionado tanto como debería, que sin embargo a todos nos ha afectado “LA MALINTERPRETACIÓN” ¿a quién no le ha ocurrido haber escrito algo, o subido una foto que alguien ha malinterpretado? Esto suele llevar a discusiones varias, pero ¿quien no ha comentado una foto cuyas malas intenciones estaban “claras” y luego se trataba de un montaje? La falta de escrúpulos de algunas personas, unido a la costumbre social de “piensa mal y acertarás” sumada a una falta crítica de lo que vemos o leemos, da como resultado un juicio superficial que puede llevar a problemas a gente no culpable, solo quizás de mal gusto; nótese la diferencia entre “mal gusto” y “mal interpretar”.

Hemos de ser capaces de recapacitar acerca de nuestro impacto en las redes, que ponemos, que no ponemos, hay gente que se hace famosa gracias a la utilización de estos sistemas; pero la fama no es siempre la deseada, no siempre es lo que uno espera y puede tener repercusiones muy negativas.

OJO A LO QUE PUBLICAMOS

Deberíamos recapacitar acerca de algo también importante, nuestra responsabilidad. Seamos más jóvenes o más adultos, somos responsables de lo que vamos dejando detrás, además de responsables de lo que las siguientes generaciones hagan. No culpables, si no responsables de transmitir la idea, de ponerla nosotros en práctica y ser ejemplos del uso adecuado de algo, que para nosotros ya no solo es una herramienta de comunicación si no mucho más, una herramienta de socialización y de integración social; estas herramientas se convertirán en algo que no somos capaces de prever, transmitamos el uso responsable AHORA, para que en el futuro sean responsables en su AHORA.

1 comentario:

  1. Hay reflexión sobre el tema trabajado, pero me falta reflexión sobre cómo habéis aprendido en esta tarea..sobre vuestro propio proceso de aprendizaje...

    ResponderEliminar